Situación del Sevilla FC

Después de una temporada lamentable donde el equipo no ha dado con sus huestes en segunda división por un solo punto, quedando en el puesto diecisiete, se presenta un futuro muy negro, por no decir desolador en todo lo que respecta tanto al ámbito deportivo como institucional, social y económico. Con un equipo de retales y jugadores mediocres, una entidad en la mayor ruína y bancarrota que se recuerda y una situación social y accionarial que es un polvorín, sin vistas de solución, el Sevilla afronta una temporada y planificación 25/26 aterradora. Una directiva incompetente que sólo acierta a llevarse los millones calentitos, un director deportivo que no sabe fichar ni manejar presupuestos millonarios, fichando futbolistas que no jugarían ni en segunda división B y un ambiente entre la afición que está harta de estar harta. En un ambiente que es imposible de soportar ni favorece en nada a la buena marcha del equipo en la competición, los señores directivos del Sevilla, deberían seriamente pensar en dimitir ya, por el bien de la institución si no quieren descender a segunda división la temporada que viene. O bien no se van porque de verdad e ilusamente piensan que pueden hacer bien su trabajo o simplemente, y es lo que creo, les da igual todo y sólo se postergan en el poder para seguir acumulando capital en sus cuentas bancarias a costa de una sociedad de fútbol, donde se mueve mucho dinero. Y va a ser lo que se cargue al Sevilla en el sentido de que llegue a su desaparición a no ser que haya un cambio radical en forma de llegada de la famosa tercera vía y compren las acciones sevillistas de verdad, con poder adquisitivo y que estén dispuestos a darle un giro de ciento ochenta grados a la situación. A pesar de todo, sigo creyendo que los actuales mandatarios del Sevilla van a seguir en la poltrona hasta que sea demasiado tarde y el Sevilla acabe descendiendo el año que viene y atravesemos una trayectoria del desierto de varios años. Ojalá me equivoque.