El conflicto Biris

Lleva coleando el conflicto de los Biris ya unos meses. Para el próximo partido ante el Málaga, nuevamente los radicales sevillistas no asistirán a la grada a animar, al menos en conjunto, en el gol norte, como forma de protesta ante las medidas de seguridad tomadas por el consejo de administración del club, y que dicen, prolongarán hasta final de temporada. El campo quedará desangelado otra vez por la ausencia de Biris. Como sevillista pienso que es triste que ocurran estas cosas y visto desde fuera, da una mala imagen de desunión en el club. Pero, ¿qué medidas ha tomado el club y a que se debió todo este conflicto? Está claro que un sector de los Biris, de los que podríamos denominar, más radicales, ha tenido a lo largo del tiempo, comportamientos y actos vandálicos y violentos que han causado tremendos daños tanto al club y al equipo como a personas, y eso es algo intolerable en una sociedad civilizada. Pero ¿qué porcentaje de Biris son violentos y cuál no? Dicen que los violentos son veinte o treinta, o que los tenían identificados. Y ¿qué medidas tomó el club? Cacheos, retirada de objetos como palos y banderas, acotación de su zona en las gradas, etc. ¿Son medidas desproporcionadas? Yo no entraré a valorar la dureza o no de las medidas, pero sí que sería conveniente que el conflicto se solucionase de manera dialogada y rápida porque sería una lástima ver el estadio sin esta afición. Y sin posicionarme claramente por ninguna de las dos partes, diré en defensa del consejo de administración que la violencia, las bengalas y demás comportamientos incívicos en un campo de fútbol son intolerables y denunciables, y  a eso hay que ponerle freno de alguna manera. Y en favor de Biris diré que estoy seguro de que la mayoría de ellos son gente honesta y sana que sólo va a animar y que los que hay indeseables escondidos en la masa deberían ser perseguidos y sancionados de manera individual por el Sevilla FC, y no castigar a todos justos por pecadores. Hay maneras y maneras. Hay cámaras, retiradas de carnes, multas, etc. En resumidas cuentas, violentos fuera, y medidas de seguridad adecuadas sin denigrar a nadie. 

Un amigo

La amistad

Hay veces en la vida en las que uno pasa por situaciones en las que los sentimientos se ponen a prueba. A veces de una manera muy profunda. En especial cuando son referentes a los amigos y lo que uno siente por ellos. Por los buenos amigos. Esos amigos de toda la vida (o no tanto), que están ahí en las buenas, pero sobre todo, en las malas. Hacer tuyas, en muchas ocasiones, las experiencias que a través de ellos tienes la ocasión de vivir y sentir en tus propias carnes. Tanto las buenas como las malas. Compartes la felicidad en sus cumpleaños, en sus bodas, cuando tienen hijos, cuando compartes con ellos esas salidas, aventuras, partidos, los buenos ratos. Son instantes que se te quedan grabados en la memoria para toda la vida y que de alguna manera, ya formarán parte de tu vida, de tu historia, para siempre. Y los momentos malos. En la vida tiene que haber de todo, momentos felices y momentos tristes. Sin ir más lejos, aún recuerdo a mi amigo Juan que me dejó hace ya cinco años, y a su madre, que en paz descansen los dos. Ahí es cuando la amistad arraiga de verdad, con fuerza y te pone a prueba. Te hace ver y sentirte identificado con una persona que es como tú y que pasa por las mismas circunstancias que tú. Que siente como tú y que en las duras, necesita de tu apoyo. Cuando está necesitado de esa amistad que a lo largo de los años compartís ambos y que es casi inquebrantable, pase lo que pase. Con todo ello quiero decir que a mis amigos los aprecio y quiero profundamente. A esos amigos que siempre están ahí. Amigos como el que ayer pasó por el triste trance de perder a su padre. Es una circunstancia en la vida que sucede en algún momento. Desde aquí decirte que no estés triste porque tu padre siempre estará contigo en tu corazón y en tu recuerdo, y en el recuerdo de todas las personas que lo conocían y lo tendrán presente el resto de sus vidas. Piensa que a lo mejor ahora dará algún viaje con el camión (con mi padre tal vez, quién sabe) a algún lugar donde va a estar feliz. Un abrazo.

Se acerca la Navidad otra vez

Nuevamente se acercan las fiestas navideñas, que cada año se hacen más monótonas, y aunque uno no quiera, con los años se va perdiendo esa ilusión, que antes como niño, le embargaba a uno en esta época. Ya de adulto, se viven estos días con mayor normalidad y con mayor rutina, como otros días. Tal vez, la diferencia reside en que hoy en día nos hemos convertido en una sociedad más consumista y la Navidad para la mayoría, es sinónimo de comprar, gastar, lo que sin darnos cuenta, nos ha ido imponiendo el capitalismo puro y duro en el que vivimos. Lo que nos meten por los ojos (o por el bolsillo) los grandes centros comerciales. Todo aquello que a base de machacarnos día a día con la publicidad, nos hacen tener la necesidad de tener cosas que realmente no necesitamos, pero que a base de comernos el coco, se adueñan de nuestras mentes y caemos en comprar ese último smartphone, ese ordenador, la tablet, el coche, el reloj, etc. En fin, que de una navidad de buenos deseos, felicidad, inocencia, hemos pasado a una navidad de consumo, materialismo, de lucecitas y juergas nocturnas. 

Pero, dentro de todo lo malo o regular que el tiempo nos ha traído, aún quedan cosas buenas, que perduran como las reuniones familiares, la cena en casa y los buenos deseos de todos los años. Las cosas sencillas y verdaderas no cambian y permanecen. Es por ello que desde aquí, y dejándome de rollos, quiero desearos a todos que tengáis unas felices fiestas, salud para los que están y un recuerdo para los que se fueron.